jueves, 31 de enero de 2013

01316- 22.DE LO FEMENINO: De la mujer y su hijo... y el marido

DOCUMENTO ANTERIOR: 01198 - 01194 - 00895
http://heroedeherpetol.blogspot.com.es/2012/10/01194-20de-lo-femenino-01la-educacion.html

DOCUMENTO POSTERIOR: 01369 - 01383 - 01510 - 01987 (28.09.2014)
03477 (15.03.2017 - 03.De la mujer y su hijo… y el marido: ¿En qué piensa el hombre?)


                                                                   I: DE LA MUJER 

     El problema de ser MUJER es que nunca será hombre, dice Cómodo Centón, y añade... y al problema de ser mujer se añade la naturaleza de ser madre. Éstos, ser mujer y ser madre, son los problema de ser Mujer. Y solo siendo Hombre es posible salvar ambos problemas. Pero no hay nada más torpe que ser Mujer-Hombre, lo que acrecienta el problema de ser mujer. 

      La MUJER es naturaleza, y si logra, que es casi un imposible, escapar de la Naturaleza, se hace Hombre, de ahí que la Mujer sea un objeto artificial de difícil destrucción propiciado por la Naturaleza. La Mujer-Niña es una princesita, la Mujer-Joven es un coño abierto, la Mujer-Madura es su Hijo. 

      Dicho en lengua vulgar... La MUJER PIENSA CON EL COÑO, afirma Cómodo Centón.


                                                     II: DE LA MUJER Y SU MARIDO

      La "Princesita" elige al "macho"; está en la naturaleza de las cosas que es así. Si un MACHO piensa que elige, lo es tonto al pensar que elige "hembra", y lo es, no obstante, porque la Princesita hace ver que elige el Macho. Y lo que induce a la Princesita a elegir Macho es el sudor de su "coño". A esta elección se la llama "amor"; esto es, si no hay "sudor", no hay "amor". Sobre aquí el MARIDO que parece que detenta el mando, más es ese "mando" la simple consecuencia de una cesión de poder que retrotrae al "objeto macho" hacía el agujero negro que es el COÑO


                                                          III: LA MUJER Y SU HIJO 

       Cuando el "hijo" ocupa el "coño", el marido es expulsado del "coño". El HIJO cabe perfectamente en el horno cuando nace, pero como ya es propiedad de la Mujer cuando nace, le resulta imposible al MARIDO meterlo en el horno.  

       Toda MADRE es la propietaria de su hijo, de modo que todo PADRE es "eso" que pasó por el "coño" hace ya algún tiempo. La PROPIEDAD es un robo, que dijo Pedro-José, y en este sentido la propiedad de un hijo es el robo que la madre ejecuta sobre el padre. "Lo que no haga una madre por un hijo..." es la frase que más falta a la verdad, porque la madre no hace, posee, y si la posesión se va... "con todo lo que hace una madre por su hijo", la madre persiste en el amor a la posesión que se va. Lo antinatural es que estamos convencidos de la veracidad de dichas frases... "como la madre, nada", lo que recuerda aquellas otras frases, como "pegar a una mujer es una cobardía", pero si la mujer pega a un hombre es porque se lo merece. 

       Cuando el HIJO nace, la Mujer, que ya posee el certificado de propiedad proporcionado por el coño, exhibe el certificado ante el Hombre, siendo reconocido por toda la sociedad, de modo que el MARIDO cede el primer puesto, en cuanto recepción de "amor", al hijo, ya que con el nacer del Hijo desaparece la Mujer y nace la Madre. El Hombre es el secundario necesario, aquel que sigue, en todo, las instrucciones de la Madre, de tal manera que se puede aplicar la VERDAD DE DOBLE NIVEL, de modo que lo sensible se relaciona con el "hijo" y la razón con el "marido"


                                                   IV: TODO HIJO ES UN PROBLEMA

      Cuando la Mujer-Princesita y la Mujer-Joven desaparecen, nace la MUJER-MADURA con la propiedad del "hijo". En éste punto comienza la Mujer-Madura a comprender a "su madre", que fue negada cuando apareció el "marido", pues pasa la "madre" a ejercer de ayudante, y como tal adquiere los derechos de explotación de la "propiedad hijo", quedándole al MARIDO la condición de ser errante por el pasillo, a la que se acostumbra y luego se le reprocha. 

       Todo Hijo es un problema, físico-mental primero, mental después, pues no es lo mismo el "hijo" de tres años que el "hijo" de treinta años, pues al primero ha de lavarsele el culo y al segundo no. Como el "hijo" es una propiedad de la "mujer", se entiende que ha de ser educado por la "mujer", y como consecuencia se entiende que la "propiedad" ha de amar y someterse a la "mujer", asunto que no se cumple y que es contrario al "amor" que el "hijo" recibe y no devuelve, lo que genera la soledad de la "mujer" y que revierte en una NUEVA VERDAD DE DOBLE NIVEL, donde el "hijo" esta sojuzgado por la "madre" y el "marido" olvidado. 

      En éste punto llega la advertencia... "cuando tu hijo se vaya de casa, yo  seguiré aquí"; frase que la "mujer" no entiende hasta que es tarde. El Hijo solo busca "su verdad", y nada fuera de su destino le interesa, de modo que se harta del "amor" de su "madre", y huye dejándola con el "marido"
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